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Evolución del territorio yarense desde su fundación hasta el siglo XVIII

Autor(es):
Blanca Rosa Futiel O’Farrill.
José Pedro Salgado Hernández.
Osvaldo Parra Serrano.
Se inicia una larga caminata.

Yara se vio afectada como un núcleo poblacional español; pero se mantuvo una masa aborigen junto a otros pueblos indios, como Arcos y Manicarao los que habían sido entregados como vecindad a Manuel de Rojas, quien acompañaba a Velázquez y fue teniente gobernador interino de la isla en 1524 a la muerte de Velázquez  y  de 1532 a 1535.

Existen documentos que prueban que no hubo un abandono total del territorio de Yara al producirse el traslado para Bayamo, como por ejemplo el testamento de Francisco de Parada. De este testamento se conserva una transcripción en el Archivo General de Indias (AGI) en Santo Domingo. Aquí se expresa: "Iten mando a Martín Hernández lo de Guima y a su mujer para que sean bienes dotales suyos de su mujer esto y lo de atrás nombrado, con que dé cuatro mulas cada un año y si no al respecto para servicio de las vacas de Yara, con que se traigan seis yeguas de allá".(1)
 
Esto pone de manifiesto que en el territorio se establecieron con éxito propiedades españolas, que en determinada medida necesitaban la atención de los dueños para conservarlas y fomentarlas.
 
Parada al igual que Manuel de Rojas vino con Diego Velázquez y fue uno de los hombres más beneficiados por el Adelantado en el reparto de tierras y riquezas. Sus posiciones se extendieron en lo que posteriormente serían los partidos de Yara y Gua.
 
 En 1533 Yara contaba con una población india, mayor a los 300 habitantes sin contar los menores de 10 años de edad que pertenecían a las encomiendas de Manuel de Rojas, según se refleja en las anotaciones del padre Sarmiento en las que consignaba que solo tres pueblos servían porque tenían indios.
 
En 1586 el pirata francés J´Richard apresa la fragata del comerciante español Casanova y lo conduce al Guacanayabo poniendo en libertad a este a cambio de un rescate. Casanova se dirige al interior para reunir lo exigido y es precisamente Yara el lugar escogido. La acción del capitán Pérez de Nova en Manzanillo, logró detener y conducir prisionero a J´Richard, librando al comerciante de realizar el pago.
 
Para 1600 se reciben en Yara las mercancías procedentes de España por medio de buques que descargaban en el embarcadero de Manzanillo, lo cual aumenta potencialmente con el trasiego que fue necesario realizar a partir de 1616 a raíz del ciclón que obstruyó la vía fluvial del Cauto. 
 
Otro hecho que demuestra la presencia de la piratería en el territorio lo constituye el secuestro del Obispo de Cuba Fray Juan de las Cabezas Altamirano por el corsario francés Gilberto Girón, el 29 de abril de 1604, quien se encontraba en el hato de Yara. Girón participaba en el comercio de contrabando en esta región y al enterarse de la presencia del prelado, máxima autoridad religiosa de la isla, decide apresarlo para cobrar un valioso rescate. Este hecho inspiró al escribano público de Puerto Príncipe Silvestre de Balboa Troya y Quesada a escribir en 1608 el poema épico histórico Espejo de Paciencia, el cual constituye el primer monumento de la literatura cubana y que refleja aspectos económicos y sociales del territorio, como muestra el siguiente fragmento del poema:
 
Andaba entre los nuestros diligente
Un etiope digno de alabanza
Llamado Salvador, negro valiente,
De los que tiene Yara en su labranza
Hijo de Golomón, viejo prudente:
El cual armado de machete y lanza,
Cuando vido a Gilberto andar brioso,
Arremete contra él cual león furioso (2)
 
Por otra parte cuando se analizan los censos y padrones del siglo XVIII en ellos se aprecia el auge que ha ido adquiriendo la ganadería y el cultivo del tabaco, los que sin dudas tuvieron en el siglo XVI y XVII sus orígenes, constituyendo las haciendas legadas por Parada un factor importante en el desarrollo de estos renglones económicos para el territorio, al igual que la explotación maderera que fue muy codiciada por corsarios y piratas, que las extraían ilegalmente.

Referencias bibliográficas

1.-Marrero, Levi. Cuba: economía y sociedad. Editorial Playor, Tomo II, p. 458.
 
2.-Balboa, Silvestre. Espejo de paciencia.


Publicado: martes 18 de mayo del 2021.
Última modificación: martes 18 de mayo del 2021.