En el santoral católico, el 19 de marzo aparece como el día de San José, padre de Jesús y esposo de María. En Yara, esta celebración -como fiesta patronal- data del año 1730 cuando se otorga al territorio la condición de partido jurisdiccional en virtud del desarrollo alcanzado en el cultivo del tabaco, resultando su primer capitán pedáneo Gaspar Díaz. Dichos festejos constituyen el evento cultural de mayor arraigo, alcance y antigüedad del municipio de Yara.
Las fiestas de San José, desde sus inicios, obedecían a intereses económicos y comerciales de la administración pública; pues no faltaban los juegos y actividades, tanto para los adultos como para los pequeños; así como el disfrute placentero en colectivo de los bailes, las bebidas, las comidas y los dulces; todos preparados con esmero para la ocasión; por cuanto las arcas estatales se nutrían con el cobro de los impuestos, en tanto la iglesia incrementaba sus ingresos con las donaciones y el cobro de los bautizos.
Estas celebraciones fueron aprovechadas en determinadas ocasiones por los patriotas de la región para desarrollar reuniones conspirativas ocultas, cuando se preparaba la futura contienda libertaria que después tuvo su inicio con el alzamiento en Demajagua el 10 de Octubre de 1868 y el ataque al poblado de Yara al otro día en horas de la tarde noche, hecho que la Historia de Cuba reconoce como El Grito de Yara.
Este acontecimiento cultural y religioso se impregnó profundamente en el espíritu sentimental y cultural de los yarenses, toda vez que cada año constituía una atractiva oportunidad para la aproximación de las familias de este pueblo y de otros lugares cercanos y apartados que concurrían a regocijarse de estas fiestas; además sirvió también para vigorizar la amistad entre las personas de éstos parajes.
Tampoco faltaba el culto a San José, santo patrono de este pueblo, que levantado en hombros por creyentes y no creyentes transitaba en solemne procesión un itinerario habitual que llegaba hasta las márgenes del río Yara, en súplica por la prosperidad, el progreso y la concordia de los pobladores, así como la bendición de las lluvias tan necesarias para las labores agrícolas, sin las cuales se afectaría notablemente la economía y la subsistencia de los habitantes de la zona.
De tal forma cada año, alrededor del 19 de marzo, día de San José, las festividades alimentaron el ánimo de los yareros, cristalizándose a lo largo de siglos en su más típico acontecimiento cultural, en torno al cual se juntaban diferentes tradiciones, propias del lugar. En la actualidad en fecha próxima al 19 de marzo, la parroquia de Yara organiza un conjunto de actividades que culminan con una procesión dentro del pueblo sin ir a las márgenes del río. Así pues, estas fiestas patronales constituyen una de las prácticas más antiguas y enraizadas de este pueblo.
Publicado: viernes 07 de mayo del 2021.
Última modificación: lunes 10 de mayo del 2021.
