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La venta de la gardenia

Autor(es):
Laudelina Pérez Puebla.
Una tradición sacada del jardín.

Se comenta que desde la década del 30, las sabanas de Yara se encontraban cubiertas de estas olorosas flores, que con el nombre de "Gardenia" o "Jazmín del Cabo", muchos la conocen. Crecían prácticamente de forma silvestre en estas fértiles llanuras.

Eran muchos los pobladores que se dedicaban a la venta de estas flores y lo hacían en las zonas más céntricas del pueblo, en fiestas, a la orilla de los caminos más transitados, en este caso los que iban en dirección a Manzanillo y Bayamo, se vendían en hojas de plátano y almendra, porque estas mantenían las frescuras de las flores. El precio era muy bajo debido a la época, se vendían diez jazmines por un centavo, eran pocas las casas en Yara que no tuvieran una planta de jazmín en su jardín

Durante la Guerra Civil Española, especialmente el año inicial (1936), los comunistas emplearon los fondos obtenidos de la venta de estas flores para apoyar la causa republicana.

Muchos de los vendedores salían a otras ciudades como Santiago de Cuba, Camagüey, Las Tunas y la Habana, uno de ellos cuenta que el «Ten Cent» de Santiago, actualmente "Tiendas Variedades", era un lugar donde vendían mucho estas flores, así como en los centros nocturnos.

Estos vendedores tenían su picardía para la venta de las Gardenias; por ejemplo, en las entradas de los clubes nocturnos con el permiso del caballero, ponían una flor en el vestido o el pelo de dos o tres damas, cuando este olor se expandía en el salón, todas las damas querían lucir esta olorosa flor.

También existían vendedores que tenían contrato con personas pudientes, con familias en EE.UU. y a estos vendían los jazmines, que luego eran enviados en avión para el extranjero.

En Ciudad de la Habana existía gran auge de venta de las Gardenias de Yara, para esta actividad se creaban pregones como:

¡Compren Gardenias olorosas, para su dama preciosa! 

¡Compren esta flor fragante, para su dama elegante!

¡Traigo jazmines del cabo, frescos!

Al inicio del triunfo de la Revolución, Wilfredo Naranjo Gauthier, historiador de la cultura manzanillera, tenía como propuesta para hacerle a Celia Sánchez, la construcción de una fábrica del perfume de las Gardenias de Yara.

Esta hermosa tradición lamentablemente se pierde en el año 1963 con la llegada del ciclón Flora. El río penetró en la zona dejando una capa de fango que alcanzó más de un metro de espesor, cambió por completo el terreno y la tierra fértil que caracterizaba el municipio, sitio donde se cultivaban estas hermosas flores, quedó sepultada.

En el año 1996, el entonces director de cultura Ángel Amaya Reyes propuso al Gobierno Municipal realizar un evento que resaltara la belleza de la mujer yarence, inspirado en la fragante y tierna flor: «La Gardenia y sus pétalos». Este certamen de belleza se realizaba una semana previa a las fiestas populares o carnaval municipal en espectáculos donde se vinculaban las manifestaciones artísticas.

Las candidatas a «flor» o «pétalos» eran seleccionadas en los barrios por las organizaciones de masas u organismos del municipio, siendo entonces la Casa Municipal de Cultura, la encargada de la preparatoria y su presentación en los espectáculos.

La selección de la Gardenia y sus seis pétalos era efectuada por un jurado especializado en arte, perteneciente a la ciudad de Manzanillo. Solo se realizaron cuatro ediciones de este evento entre los años 1996 y 2000.

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  1. Año 1996  Arenis González Fernández.
  2. Año 1998  Laritza Valdespino Rondón.
  3. Año 1999  Yanelis Isert Boch.
  4. Año 2000  Maylen Pérez Benítez.

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Este evento también sirvió de inspiración a artistas y escritores del municipio para plasmar sus creaciones; por ejemplo, la escritora Gliceria Martínez, dedicó una de sus poesías a la primera flor seleccionada:                           

Eres Arenis querida
la que tu pueblo eligió
y en su saber escogió
en tu primera salida

tu simpatía natural
de cubana sencillez
tu garbo y exquisitez
y figura escultural

la belleza de tus ojos
del verde de la campiña
tu aroma como de viña
incitan caros antojos

tu sonrisa coralina
enmarca sartas de perlas
y en el temor de perderlas
envuelves en la neblina

de una ternura de infante
de extrema delicadeza
y corona tu cabeza
una fragante gardenia.



Publicado: miércoles 07 de julio del 2021.
Última modificación: miércoles 07 de julio del 2021.