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El período socialista de la revolución en Yara hasta 1975

Autor(es):
Blanca Rosa Futiel O’Farrill.
José Pedro Salgado Hernández.
Osvaldo Parra Serrano.
Quince años de bregar revolucionario.

El sectarismo y otras contradicciones aparecidas en el seno de las ORI desde su propio nacimiento frenaban el logro de la necesaria unidad entre todos los revolucionarios para hacer avanzar la obra de la Revolución, por lo que en 1962 comienza un proceso de reestructuración de las ORI, el cual se llevó a cabo a través de la consulta con las masas y la selección rigurosa de los militantes. En este proceso muchos antiguos miembros de las ORI dejaron de militar en la organización y a la vez se produjeron nuevas incorporaciones a partir de los revolucionarios seleccionados en las asambleas de trabajadores.

En mayo de 1963, concluida la reestructuración de las ORI, se constituyó el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), que significó un salto cualitativo en el proceso de formación del Partido, al desempeñar de manera más eficiente su papel dirigente del pueblo trabajador. Como consecuencia de este proceso, en septiembre de 1963 fueron seleccionados como dirigentes del Partido los siguientes compañeros: por el Seccional de Yara, Normando Torres Ceruto y por Veguita Aleydo Cumbrera. Estos dirigentes eran la vanguardia de los trabajadores por sus méritos revolucionarios para ocupar estas responsabilidades. Constituido el PURSC y seleccionado sus dirigentes, se crearon núcleos en los centrales Sofía y Estrada Palma, en las cooperativas, en las granjas, en las asociaciones campesinas y otros centros de trabajo.

El PURSC en el territorio tuvo al frente de importantes tareas, dirigió las labores de la IV y V zafras del pueblo, movilizó a cientos de hombres y mujeres y los incorporó a estas actividades y las demás ramas económicas del territorio; dirigió todo el proceso de transformaciones que se efectuaron en esta etapa dentro la que se destaca la segunda Ley de Reforma Agraria.

Durante estos años se cometieron algunos errores en la actividad del Partido como fue ejercer funciones administrativas que correspondían a las direcciones de las empresas y centros laborales. En estos errores influyó el bajo nivel de escolaridad de los dirigentes del Partido a pesar de su interés porque las tareas marcharan correctamente. A partir de 1964 se desarrolló un amplio proceso asambleario desde la base hasta nivel provincial en el que fueron seleccionados para ingresar en el Partido los trabajadores más destacados por sus condiciones más revolucionarias, su abnegación ante el trabajo y sus responsabilidades en el cumplimiento de las tareas.

Entre el 30 de septiembre y el 1ro de octubre de 1965 como culminación de este proceso de construcción del Partido, se celebró el Activo Nacional del PCC. En las conclusiones, Fidel informó acerca de los importantes acuerdos que se habían tomado y preguntó qué nombre darle, a lo que todos gritaron ¡Partido Comunista de Cuba!: nombre que dice "no lo que fuimos ayer, sino lo que somos hoy y lo que seremos mañana".

A partir de este año de 1965 se produjo un fortalecimiento del Partido con las masas trabajadoras y se afianzó el papel dirigentes de este como vanguardia de esta clase. Se convirtió en el centro director de la vida económica, política y social. Su autoridad creció por la confianza y el apoyo que recibió de la clase que representa y del resto del pueblo trabajador.

En 1975 se celebró el Primer Congreso del PCC. En el territorio de Yara este evento fue significativo por el amplio plan movilizativo de las masas, por los compromisos del pueblo para saludar dicho evento, por la discusión de los documentos que se presentarían al Congreso, donde los logros, dificultades y deficiencias fueron sometidas al análisis del pueblo y de los militantes.

Fueron electos, como delegados, para que representaran al municipio de Yara los siguientes compañeros: Ciro Santiesteban Arzuaga, Alejandro Mendoza Tamayo, José Fernández Pérez, Daniel González Verdecia y Wilfredo Chávez Rosabal y por Veguita, Raúl Gómez Díaz, Leonel Leyva Hernández, Raúl Paneque Sumirat, Senén Casas Regueiro y José Salón.

Al valorar el nacimiento del Partido, Fidel expreso: 

Este Partido nació de dos factores esenciales, fundamentales, e inviolables: la unión de todos los revolucionarios, la unidad alcanzada en un grado tan alto como jamás se logró en la historia de nuestra patria, esa unidad por la que suspiraron los combatientes durante casi un siglo, desde las luchas de Yara hasta los heroicos combates contra el machadato, y que por primera vez nuestra generación logró, constituido en un Partido de vanguardia -Partido que es continuador de aquel que los primeros comunistas con Baliño y Mella, formaron en nuestra patria; y doctrina científica, una filosofía político-revolucionaria; el Marxismo Leninismo.(1)

El gobierno local y su evolución. JUCEI y el Poder Local

La JUCEI surgió en 1961 en la provincia de Oriente y se extendió inmediatamente por todos los municipios de la misma. Este gobierno tuvo un carácter provisional, al igual que el anterior, el comisionado. Al principio los miembros de la JUCEI se designaban desde arriba, es decir, por las instancias superiores, sin la participación directa de las masas aunque para la designación siempre se tenía en cuenta la trayectoria revolucionaria, la simpatía y la popularidad que tenían los designados con las masas. Además ya no se trataba del gobierno en manos de una persona sino de varios cuadros que tenían la responsabilidad de dirigir al pueblo.

La JUCEI asimiló las funciones de los Comisionados y rápidamente comenzó a dirigir la vida económica, política y social del territorio. Dentro de sus funciones principales se encontraban la atención a la salud, a la educación, atendían y determinaban las nuevas construcciones de obras sociales, las reparaciones de viviendas, atendían los problemas viales, controlaban los fondos recaudados, cobraban los impuestos estatales, brindaban asistencia social a la familia y personas que lo necesitaban, apoyaron a las organizaciones de masas y políticas surgidas en estos años, en fin, eran los encargados de hacer cumplir todas las orientaciones emanadas de los dirigentes de la Revolución.

La JUCEI en la medida que se fortalecía se daban pasos importantes en pos del desarrollo de la democracia socialista. Los miembros de las Juntas Regionales y Municipales comenzaron a elegirse mediante votación abierta con la ulterior aprobación de los órganos superiores de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI).

La creación y desarrollo de la JUCEI prepararon el paso hacia formas superiores de estructura del estado socialista.

En el proceso de perfeccionamiento de los órganos locales del poder, en año 1965 comenzaron a funcionar en los municipios los Poderes Locales, los cuales se extendieron a las zonas rurales. Estos tenían una estructura y funciones más amplias que la JUCEI.

En Veguita su primer presidente fue Elio García Ramírez y el vicepresidente Edel Viltres, mientras en Yara ocuparon estas responsabilidades Juan Olivera y Nemesio Díaz Pérez, respectivamente. La estructura de este nuevo órgano de gobierno era la siguiente:

Presidente, Vicepresidente, Secretario de comunales, Secretario de  construcción, Secretario de producción y Secretario de comercio, el cual surge a partir de 1968 con la ofensiva revolucionaria.

Los cuadros del Poder Local eran designados por el Partido teniendo en cuenta que fueran compañeros revolucionarios y entusiastas. Entre las principales funciones estaban la asistencia social, la atención a las necesidades de construcción de viviendas, la organización de las fiestas populares, los servicios comunales, se atendían las carpinterías, panaderías, comercio, zapaterías y salud pública entre otros. Los órganos del Poder Local se mantuvieron funcionando hasta febrero de 1976, cuando es aprobada la Constitución Socialista y una nueva forma de gobierno: el Poder Popular.

Nuevas medidas revolucionarias aplicadas en el territorio

En 1963 se reconsideraron los objetivos del desarrollo económico del país con un enfoque más realista. Se planteó la necesidad de desarrollar la producción azucarera y un conjunto de producciones agropecuarias que generaron nuevos fondos exportables y se crearon las condiciones indispensables (carreteras, caminos, desarrollo hidráulico, generación de electricidad) que permitirían pasar después a la industrialización.

Se puso énfasis en el desarrollo de la agricultura en especial del sector azucarero, se crearon algunas industrias asociadas a la agricultura, se hicieron transformaciones a la masa ganadera.

En este sentido jugó un papel importante la segunda Ley de Reforma Agraria (3 de octubre de 1963) que fijó el máximo  de 5 caballerías en la propiedad de la tierra, con la que se eliminó la burguesía rural que había sobrevivido después de la primera Ley de Reforma Agraria y cuyos miembros servían por lo general a los planes imperialistas o esperaban por ellos, se consolida el proceso de socialización agrícola, lo cual permitió la realización de inversiones que garantizaran una mayor tecnificación y mecanización de la agricultura.

Con esta ley además de la tierra se nacionalizó el ganado, el parque de maquinaria agrícola, los equipos y obras administrativas y los recursos monetarios.

La aplicación de la segunda Ley de Reforma Agraria en el territorio afectó a más de 60 propietarios, entre ellos: Arsenio Palomo, Isabel Salcedo, los hermanos Céspedes Frías, Guillermo Bofil. A partir de esta nacionalización muchas de estas tierras se dedicaron al cultivo de la caña como parte de la política trazada para el desarrollo de la industria azucarera. Un ejemplo que demuestra lo anterior es el caso del central Ranulfo Leyva, antiguo Sofía, que en 1963 contaba con 193.99 caballerías cultivadas de caña y para 1965 ascendía a 250.63 y ya en 1968 sumaban 300.66caballerías, es decir, desde 1963 hasta 1968 se produjo un incremento de 106.67 caballerías, lo que propició un aumento considerable de la producción de azúcar.

Otra medida de gran importancia por su repercusión para el desarrollo de la Revolución fue la ofensiva revolucionaria de 1968. Después de las nacionalizaciones de principios de la década del 60 muchos negocios se mantuvieron en manos de sus dueños como tiendas, cafetines, panaderías, carpinterías y dulcerías a través de los cuales un buen número de estos propietarios continuaban explotando al pueblo, otros le hacían el juego a la contrarrevolución y a los enemigos externos del país, acaparando mercancías deficitarias y aportando recursos monetarios a los mismos.

Para ilustrar esta situación tomemos como ejemplo a Veguita en 1964.

Unidades de Comercio

Estatal

Privado

2 farmacias

14 carnicerías

8 tiendas de víveres

68 tiendas de víveres

3 tiendas mixtas

4 tiendas mixtas

2 servicentros

1 fonda

1 restaurante

2 garajes

 

5 placitas

Fuente: Informe económico, político y social de la Región Manzanillo-Campechuela-Niquero, 1965.

La existencia de estos negocios en manos privadas entorpecía la actividad comercial del estado e impedían la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población. Para solucionar esta situación el gobierno revolucionario llevó a cabo durante los días 14 y 15 de marzo de 1968 la ofensiva revolucionaria que implicaba la intervención de todos los comercios, unidades de servicio, que estaban en manos privadas y pasaron a propiedad estatal, dándole así el golpe de gracia a la propiedad privada y al sostén de la contrarrevolución. Ante esta medida revolucionaria no todas las capas sociales adoptaron la misma actitud; una parte de los comerciantes medios abandonaron el país, como una muestra de su rechazo a la Revolución, otros aunque en menor medida, se incorporaron junto con los pequeños propietarios afectados al trabajo que le brindó la Revolución, incluso algunos dueños de tiendas quedaron administrando para el estado.

Papel desempeanado por la organización juvenil como cantera del Partido

El Primer Congreso de la Asociación de Jóvenes Rebeldes se desarrolló el 30 de marzo hasta el 4 de abril de 1962 y en este se adoptó el nombre de Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), lo cual le dio una doble significación, ya que por una parte fue el Primer Congreso de la juventud cubana integrada, y por otra constituyó el marco dentro del cual quedó formada la organización comunista de los jóvenes cubanos. Esta se convirtió en la organización juvenil del Partido, integrada por jóvenes obreros, campesinos, estudiantes, empleados e intelectuales. Los miembros de la UJC debían cumplir los siguientes requisitos para el ingreso; entre otros:

  • -.Tener entre 14 y 27 años. 

  • -.Mantener una actitud de vanguardia en el estudio, en el trabajo y la defensa. 

  • -.Estar de acuerdo a adoptar el programa de construcción del socialismo como etapa de tránsito al comunismo y trabajar por su realización. 

  • -.Aceptar los estatutos de la organización y estar dispuesto a cumplirlos. 

A partir de 1962 se desarrolló un proceso de reorganización de la juventud y la constitución de comités de base en granjas, cooperativas, centrales, centros educacionales, etc. Durante todo este año y 1963 se produjeron cambios sustanciales en la organización. En septiembre  de 1964 fueron creados los seccionales de Veguita y Yara. La creación de estos seccionales le dio un gran impulso a la UJC pues ya contaba con una dirección capaz de dirigir a los militantes y comité de bases dispersos en todo el territorio. A través de estos seccionales se orientaban las  tareas económicas, políticas, sociales, culturales y deportivas que debía realizar la militancia de la localidad. A fines de 1964 el territorio contaba con 290 militantes y 54 aspirantes organizados en 40 comités de base.

En estos años la UJC desarrolló un importante papel en todas las tareas de la Revolución como fueron las zafras del pueblo, movilizaciones de jóvenes para el Plan Viandero de Veguita y cítrico de Niquero, recogida de café en Guisa y Buey Arriba y muchas otras donde los jóvenes siempre mostraron su disposición a participar.

El 23 de marzo de 1968 el Comité Nacional de la UJC ubicó unas declaraciones convocando a la juventud cubana a la Columna Juvenil del Centenario para ganar la batalla de la agricultura. Inmediatamente un gran número de jóvenes del territorio dieron el paso al frente y se incorporaron, demostrando una vez más su apoyo incondicional a la Revolución. La agricultura cañera camagüeyana recibió un gran impulso con esta inyección de jóvenes trabajadores que dejaban sus hogares para liberar esta nueva batalla por el desarrollo económico del país.

Medidas para aminorar los efectos del bloqueo imperialista en la localidad

Entre los año 1960-1961 el gobierno imperialista de los E.E.U.U impuso a Cuba el criminal bloqueo económico para tratar de asfixiar la economía del país, prohibiendo de modo absoluto la exportación a Cuba de piezas de repuesto, petróleo, alimentos y otros productos.

El imperialismo había hecho todo lo posible para llevar a Cuba a una crisis económica total, sin embargo la Revolución se mantuvo firme y el pueblo indoblegable.

Para aminorar estos efectos los trabajadores del territorio de Yara realizaron un gran esfuerzo, racionalizando al máximo los medios con que contaban y realizando innovaciones técnicas que permitieran mantener la producción. Tal es el ejemplo del mecánico Inocencio Guerrero, perteneciente al departamento de maquinaria agrícola Andrés Cueva, quien adaptó dinamos para garantizar que las máquinas pudieran trabajar de noche en la preparación de tierras, de igual forma en el central Ranulfo Leyva los trabajadores y técnicos realizaron durante los años 60 muchas innovaciones entre las que se destacan:

  1. a)Forraron con chapas de acero el plato de la desmenuzadora, el que era de cemento con grietas por donde se perdía gran cantidad de guarapo. 

  2. b)El embudo ciclón del bagacillo que tenía un tubo de 8 pulgadas se tupía con frecuencia por lo que fue ampliado. 

  3. c)Cambiaron dos bombas que se auxiliaban entre sí en las mieles de primera y mieles finales para evitar interrupción en la producción. 

  4. d)El tacho que tenía capacidad para 90 sacos de azúcar fue sustituido por otro con capacidad para 260 sacos. 

  5. e)Se construyeron en el taller de mecánica los contactos para los controles de los motores de velocidad variable, los cuales no se podían conseguir en ningún otro lugar. 

Con estas innovaciones y otras iniciativas que se aplicaron durante estos años el municipio Yara siguió avanzando y contribuyendo al desarrollo del país.

Principales ramas económicas desarrolladas en el territorio a partir de 1963

En los primeros años la Revolución tuvo que hacer grandes esfuerzos para transformar la vieja estructura neocolonial: diversificar la agricultura, sustituir importaciones e industrializar el país.

Entre 1959 y 1960 las medidas revolucionarias lograron la recuperación de las riquezas del país, concentrándose la propiedad en manos del Estado y la redistribución de los ingresos a favor de las masas trabajadoras.

En 1963 con el establecimiento de una nueva estrategia para el desarrollo económico del país, se trabajó en la especialización productiva internacional y señaló su eslabón motriz, la agricultura y concretamente la caña de azúcar, el mercado garantizado por los países socialistas, los precios estables de los productos exportados por Cuba y el carácter planificado de las relaciones sobre la base de convenios a largo plazo, fueron las razones que determinaron el establecimiento de esta política. En Yara se le prestó especial atención al desarrollo de la industria azucarera, a la producción arrocera y cultivos varios.

En la industria azucarera el territorio cuenta con dos centrales, el Ranulfo Leyva y el Bartolomé Masó que tenían entre ambos una capacidad de molida en 1959 de 385 mil arrobas diarias y sus maquinarias eran de origen norteamericano, por lo que desde los primeros años comenzaron a presentar problemas por falta de piezas de repuesto. No obstante la producción no se detuvo y con el esfuerzo de los obreros en la búsqueda de soluciones a problemas que se confrontaron la producción aumentó al crecer las áreas cañeras, se introdujeron variedades de cañas más productivas y resistentes a las enfermedades como: Cuba, Barbado y Geranio. Dentro de estas se destacan la barbado 43.62 y la Geranio 60-5, que permitieron un mayor rendimiento por caballería.

Analice la tabla siguiente sobre el aumento de la producción de azúcar y las arrobas molidas a partir de 1963, tomando como ejemplo al central Ranulfo Leyva.

Año

Arrobas molidas

Producción de azúcar (TM)

1963

11 561 980

16 757.11

1965

20 764 818

27 292.95

1967

24 602 980

31 831.58

Fuente: Oficina de Administración del central "Ranulfo Leyva". Breve reseña histórica de la industria. Sofía.

Desde 1968 la producción de azúcar en el territorio entró en una etapa de ascensos, lográndose la estabilización sólo a partir de 1975.

En esto tuvo mucho que ver la propia situación creada en el país en que se abandonaron en general los estímulos materiales, se produjo una desvinculación entre el salario y la norma y un desbalance en la economía que tuvo su expresión en la esfera de la distribución, llegándose a una situación en que había 3 mil millones de pesos circulando sin la contrapartida de recursos materiales, lo que generó un alto índice de ausentismo, que a su vez impedía el cumplimiento de los planes de producción. También -señala el informe al  Congreso del PCC- estaban presentes las deficiencias de organización y métodos inadecuados de dirección y gestión económica.

A partir de 1973 se inicia de forma paulatina la mecanización de la agricultura cañera en el territorio con la introducción de las primeras máquinas alzadoras y se comenzó la utilización de tractores y camiones para el tiro de la caña, sustituyéndose las carretas tiradas por bueyes y agilizando esta operación. La industria, con la introducción  de nuevas maquinarias, también recibió importantes transformaciones que la modernizaron. Los cambios operados en la industria y la agricultura cañera contribuyeron a humanizar el trabajo propiciando el aumento de la producción, fundamentalmente a partir de 1975. Las grandes calamidades de los hombres que se dedicaban al trabajo en este sector, quedaron en el pasado.

Desde su inicio la Revolución realizó grandes esfuerzos por diversificar la agricultura, prestando atención también a la producción de cultivos varios, fundamentalmente viandas y vegetales para satisfacer las necesidades alimentarias de la población. En tal sentido se le orientó a los campesinos de granjas y cooperativas el desarrollo de estos cultivos y al ponerse en práctica esta orientación fueron creciendo paulatinamente en el territorio yarense, ayudados por las características físico-geográficas del territorio ya que tiene tierras muy llanas y fértiles propicias para estos cultivos.

En 1969 por iniciativa del Comandante en Jefe, Fidel Castro, surge el Plan de Desarrollo Viandero de Veguita. Para dirigirlo fue designado el Capitán de Ejército Rebelde José Arteaga Hernández, hombre conocedor de las labores del campo quien además poseía una rica trayectoria revolucionaria y que por su trabajo y actitud se ganó la confianza y el respeto de los trabajadores y el pueblo en general.

Durante los primeros años se trabajó en las inversiones de riego y drenaje, maquinarias, compactación de áreas y en el proyecto de secundarias básicas en el campo, las que proporcionaron la fuerza de trabajo fundamental para estos cultivos.

La creación del Plan Viandero de Veguita tenía como objetivos fundamentales el suministro de viandas y vegetales a la ciudad de Santiago de Cuba, de Bayamo y Manzanillo, además de su propio territorio; también brindar fuente de trabajo para los hijos de los campesinos y darle empleo a cientos de mujeres de la zona, las cuales se agruparon en el contingente femenino llamado "Clodomira Acosta Ferrals".

En el año 1970 el plan se divide en dos empresas: Empresa Cultivos Varios de Veguita Norte y Empresa de Cultivos Varios de Veguita Sur, con el fin de lograr una mayor eficiencia económica.

Los resultados de la producción desde 1969 hasta 1975 confrontaron grandes dificultades y deficiencias que afectaron las ventas al estado y al consumo de la población, teniendo entre otras causas la falta de agua antes y después de la siembra, áreas con plagas, la no terminación de las obras ingenieras en muchas áreas del plan. Por otra parte la productividad del trabajo fue baja debido a la carencia de una fuerza técnica idónea suficiente que atendiera cada uno de los cultivos del plan. Otros factores que influyeron fueron: la incorrecta organización del trabajo y el incumplimiento de la jornada laboral de 8 horas. Otra tendencia negativa que se manifestó durante estos años fue la de producir sin tener en cuenta el costo de producción, es decir, se miraba más al volumen de producción total que a los costos totales de producción.

Otra de las ramas productivas que se desarrolló en Yara fue la del arroz. Gran parte de las tierras del municipio son propicias para este cultivo,   fundamentalmente las zonas de Mateo Romás, José Martí, Cayo Redondo, Coboa, Cayo Grande y Las Caobas.

Al triunfar la Revolución los latifundios arroceros de Roca y Álvarez, Guillermo Aguilera, Cirilo Falcón, Mario Oliva, la familia Colina Boeras y otros fueron expropiados y sus tierras se convirtieron en propiedad estatal. La Revolución de inmediato formó las cooperativas y granjas arroceras, la cual dio un gran impulso a la producción y cambió las duras y difíciles condiciones de vida de los obreros agrícolas que eran explotados por los dueños de estos latifundios.

Se continuaron sembrando las variedades de arroz Zayas-Bazán, Centuris Patrs, Bleu Bornet, Pati-Prieto, Rosa del Golfo y Cueto 58. Además se introducen nuevas variedades de alta productividad como IR-880, así como el Sica 4-IR-15 y el Caribe. Con el IR-880 se da inicio en esta zona a la siembra de frío que por primera vez se hacía común el proyecto propuesto por Fidel Castro sobre la base de sembrar variedades de ciclos cortos con altos rendimientos en frío y primavera, lo cual permitía  mayor cantidad de arroz por área al sembrar dos veces al año. También aparejado al uso de otras variedades se fue incrementando la mecanización en el proceso productivo, al utilizarse las combinadas soviéticas para el corte y el empleo de avión AN-2 para la fumigación que dieron buenos resultados. Se llevó a cabo en el territorio la construcción de presas como la de Paso Malo, canales y diques, eliminándose más de 35 turbinas con sus motores a orillas del Río Yara, reportando un gran ahorro de combustibles y lubricantes.

Al aumentar la producción se hizo necesaria la construcción de nuevos secaderos como el Enidio Díaz Machado, el Emilio Lastre y La Escondida, también se comenzó a tirar el arroz en carretas y tractores que humanizó el trabajo de cientos de hombres que se dedicaban a esta tarea.

Papel de la masas y de las organizaciones sociales en este período. Fortalecimiento de los CDR y la FMC

En la medida que la Revolución fue avanzando, las tareas que le planteaba a las organizaciones de masas fueron más diversas y todas fueron cumplidas con entusiasmo y responsabilidad, aunque en ocasiones se manifestaron deficiencias que frenaban el desarrollo de estas organizaciones.

En 1962 se llevó a cabo a nivel nacional una gran campaña de vacunación contra varias enfermedades, Poliomielitis, Tétano, Difteria y Tosferina, que constituían un verdadero azote sobre todo para los niños, en esta importante tarea los CDR desarrollaron una destacada labor de apoyo a la salud pública.

En este mismo año muchos cederistas respondieron presente ante el llamado del Ministro de Salud Pública y se convirtieron en donantes  de sangre voluntario, convencidos de que así contribuían a salvar vidas humanas y ayudaban a la Revolución a solucionar uno de los grandes problemas que enfrentaba: garantizar la salud del pueblo; se crearon en el territorio las brigadas sanitarias que apoyaron eficazmente el trabajo de Salud Pública.

También fue importante el papel desempeñado por los cederistas en la realización de la batalla por el 6to grado para posibilitar la continuidad de estudio  de los miles de hombres y mujeres que habían sido alfabetizados desde los primeros años de la Revolución. De igual modo fue de gran utilidad la participación de los cederistas en los censos para garantizar los abastecimientos de los productos y artículos de primera necesidad a cada familia.

Durante el año 1963 los CDR desarrollaron varias actividades que fueron aumentando su prestigio como organización de masas, participaron en la campaña contra la Gastroenteritis, se formaron los batallones de trabajo voluntario a los que se incorporaron cientos de cederistas que contribuyeron al desarrollo económico del territorio, fundamentalmente en las labores de la agricultura y en las Zafras del Pueblo, se inició una amplia campaña por el ahorro en correspondencia con la política trazada por la Revolución, lográndose que muchas familias establecieran sus cuentas bancarias, lo que contribuyó a garantizar la economía de un gran número de familias yarenses, en este año se llevó a cabo la segunda Campaña Anti polio a nivel nacional y en esta los cederistas de Yara participaron activamente y se logró declarar al municipio libre de Poliomielitis.

En 1964 se establece en todo el país la cotización voluntaria de los cederistas para fortalecer la economía nacional, la tarea fue acogida con entusiasmo en el territorio cumpliéndose satisfactoriamente, además, a partir de este año muchos cederistas se convirtieron en maestros populares para atender la Educación Obrero Campesina (EOC) y se inició la recogida de materias primas entre ellas papel, cartón y envases de cristal.

Para 1965 la organización cederista se había hecho más numerosa, estaba estructurada en 38 seccionales con 716 CDR que agrupaban a 14 505 cederistas.

En estos primeros años, a la par que se trabajaba para cumplir las tareas de la Revolución, se cometieron errores que frenaban el cumplimiento de las mismas, entre ellos la dirección unipersonal. Esta situación fue advertida y criticada por la dirección del partido en su asamblea de balance de noviembre de 1965.

Los Comités de Defensa continuaron trabajando en las nuevas tareas de la Revolución, participaron  en siembra de árboles en 1966 y en la campaña para la realización de la prueba citológica a las mujeres en el territorio, en 1967 fue de gran valor la labor de los cederistas yarenses para el desarrollo de la campaña de desratización, en 1968 se inicia en el país el movimiento de Padres Ejemplares por la Educación, tarea en la que los cederistas desempeñaron un papel fundamental en Yara, de igual forma los CDR participan este año en el plan piloto contra el mosquito Aedes Aegypti y en la Ofensiva Revolucionaria en la que se intervinieron los pequeños comercios que aún estaban en manos privadas.

Como una muestra de la solidaridad internacionalista de nuestro pueblo, muchos cederistas yarenses, en 1970 donaron voluntariamente su sangre para ayudar al pueblo hermano de Perú que había sido víctima de un terremoto, también en este año fue importante la participación de los CDR en la realización del censo de población y viviendas.

En los trabajos para el establecimiento del Carné de Identidad y los Registros de Direcciones en 1971, un considerable número de cederistas participaron y cumplieron esta nueva tarea con efectividad.

Entre 1972 y 1975 los CDR continuaron trabajando en el cumplimiento de múltiples tareas, en este último cada Comité de Defensa del territorio, cumpliendo una orientación nacional, discutieron las tesis del I Congreso del PCC y el anteproyecto de la Constitución de la República, el municipio fue declarado Jardín en saludo al I Congreso del PCC, tarea en la que se había trabajado desde 1974.

Aunque fueron múltiples las tareas cumplidas por los CDR entre 1962 y 1975, la vigilancia revolucionaria continúa siendo su principal tarea.

La FMC también continuó evolucionando en su organización y su participación en las tareas de la Revolución fue cada vez más activa y cobraba mayor importancia. Participaron en la campaña de vacunación iniciada en 1962, primero en la divulgación de la misma y sus objetivos, convenciendo a los padres de los niños, ya que muchos no querían acceder, pues estaban confundidos por la propaganda enemiga la cual planteaba que con la vacuna se trataba de ponerles el cerebro en blanco para que les penetrara el comunismo; frecuentemente participaron en movilizaciones a la agricultura y a las labores de las Zafras del pueblo.

Otra tarea de importancia relevante cumplida por la organización femenina a partir de 1962, fue la captación de jóvenes de ambos sexos para su incorporación a los distintos centros del plan de becas, secundarias básicas, escuelas técnicas, preuniversitarios, etc. Para cumplir esta actividad las federadas se vieron precisadas a realizar un trabajo afín de convencer a los padres para que permitieran que sus hijos se becaran. La labor fue más difícil en las zonas urbanas, pues al principio los padres no se convencían, fue más fácil en las zonas rurales siendo los primeros en dar su paso al frente en esta nueva tarea de la Revolución.

La crisis de octubre de 1962 constituyó otro momento en que se pudo probar una vez más la pujanza de la mujer cubana, como ocurrió a lo largo y ancho del país, en el territorio de Yara las mujeres ocuparon los puestos de trabajo de los hombres que fueron movilizados para la defensa de la Patria, esta tarea tuvo una importancia trascendental, pues permitió la continuidad de la producción en cada puesto.

Refiriéndose a los días que duró la crisis el Comandante en Jefe Fidel Castro expreso: "Hay que decir que las mujeres fueron al trabajo, los jubilados fueron al trabajo a sustituir a los hombres que estaban en las trincheras; y hay que decir que a pesar de haber sido la mayor movilización de todas fue la que menos afectó la producción".(2)

Una actividad permanente desarrollada por las federadas fue la captación  de nuevos miembros a través del convencimiento de que la mujer debía incorporarse a la Revolución para defender la Patria. Fue un trabajo duro y difícil por el bajo nivel político y cultural que existía en la población en los primeros años.

A partir de 1964 se llevó a cabo un proceso de fortalecimiento en la federación, siendo Yara uno de los territorios que primero concluyó esa labor, por lo que fueron seleccionadas para prestar ayuda al municipio de Banes. Durante este período se crearon los batallones de trabajo voluntario para recoger algodón y maní en la zona de Niquero, también participaron activamente en el lavado de ropas a los estudiantes de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos en el Caney de las Mercedes.

Para fines de 1965 la FMC del territorio contaba ya con 107 delegaciones que agrupaban alrededor de 5 095 federadas.

Con la creación del Plan Viandero de Veguita, la mujer yarense tuvo ante sí una nueva misión que cumplir, la constitución del contingente femenino "Clodomira Acosta Ferrals", el cual tuvo como principal tarea la realización de varias labores de apoyo a la agricultura en dicho plan, este contingente estuvo dirigido por Clara Viltres desde su creación en 1970 y trabajó en la siembra, limpia y recolección de los distintos cultivos que se desarrollaban.

Además, durante estos años las federadas del territorio de Yara continuaron apoyando las distintas tareas productivas como las Zafras del Pueblo y sociales como la educación y las campañas de vacunación, ellas fueron un importante baluarte en el cumplimiento de los planes desarrollados en el municipio en saludo al I Congreso del PCC celebrado en 1975.

Las Milicias Nacionales Revolucionarias y el Ministerio del Interior

A partir del año 1961 las Milicias Nacionales Revolucionarias en el territorio continuaron fortaleciéndose como consecuencia de la participación directa de un grupo de combatientes en los combates de Playa Girón y además, por contar ya con oficiales graduados de la Escuela Nacional de Milicias, que al incorporarse a sus respectivos territorios trasmitieron sus conocimientos y experiencias en la preparación para la defensa de la Patria. Otro factor que contribuyó a este fortalecimiento fue la constante preparación político-ideológica mediante el estudio de las obras de Martí, Fidel y otros líderes de la Revolución cubana, y también de la literatura política especialmente editada, así como manuales de participantes en la guerra.

Organizados y preparados los batallones 75 y 94, pertenecientes al territorio, continuaron realizando actividades tanto económicas como militar. Ya para estos años se había establecido un uniforme único para todos los milicianos que era: para las mujeres zayas negras y blusas verde olivo y para los hombres pantalón verde olivo y camisa de mezclilla azul, para ambos casos boinas verde olivo.

El batallón 75 de Veguita estaba formado por milicianos de Veguita, Los Cayos, Paquito Rosales, La Sal, Sofía y Cujabo, mientras que el 94 de Yara lo formaban milicianos de Yara, Cayo Redondo, Yara Arriba, Mateo Romás, Guasimilla, Zarzal, Bartolomé Masó, Canabacoa, etc. Aunque estos batallones se encontraban territorialmente cerca uno del otro, no siempre cumplieron las mismas misiones combativas y económicas.

Los batallones no se concentraban en los centros industriales sino en la casa del batallón o casa del miliciano, en las cuales se conservaban las armas y municiones, se impartían clases y se creaba la base material de estudio. Sin embargo, la preparación militar principal se realizaba en campamentos de instrucción, donde pasaban un intenso adiestramiento bajo la dirección de los veteranos del Ejército Rebelde. Para esto el personal era liberado de sus centros de trabajo y se dedicaba exclusivamente a la preparación militar.

Otra institución militar que surge en los primeros años de la Revolución fue el Ministerio del Interior, el 6 de junio de 1961, al transformarse el antiguo Ministerio de Gobernación. Se adscriben al MININT como direcciones generales el Departamento de Seguridad del Estado, la Policía Revolucionaria y la Policía Marítima.

Ya desde 1959 se organizó el orden interior encabezado en el territorio de Yara por Brandigilio Arias Fonseca y en Veguita por Enrique Vázquez, estos hombres eran representantes del Ejército Rebelde.

La unidad de la PNR se construyó en 1962 y fue designado jefe el Sargento de Primera Eduardo Lescalle, situada dicha unidad en la calle San Miguel entre Carretera e Isabel II. Inicialmente la plantilla estaba compuesta por el jefe de unidad, profesional y varios auxiliares miembros de las MNR.

Las primeras armas que fueron utilizadas para garantizar el orden interior eran muy escasas, en total existían 13 armas.

En 1962 una de las tareas más importantes desarrolladas por la PNR fue la captura de 7 elementos contrarrevolucionarios pertenecientes a la banda del ex oficial del Ejército Rebelde apodado Changay. Esta operación se desarrolló en las zonas de Calambrosio y Río Yara.

Durante los años 1962 hasta 1975 la PNR en el territorio desarrolló un papel muy activo en el orden interior, fundamentalmente contrarrestando las acciones criminales y vandálicas de los enemigos del país, pero además participa activamente en todas las movilizaciones del pueblo y se destaca por su espíritu de sacrificio y abnegación ante todas las tareas, incluyendo las económicas. Este prestigio que fue ganando la PNR durante estos años hizo que muchos revolucionarios se incorporaran como fuerzas auxiliares aumentando el número de efectivos, los cuales en reiteradas ocasiones dieron muestras de valor y desinterés personal como el ejemplo de José Galano Fonseca, alias Papi, quien en 1972 establece contacto con una red de traficantes de marihuana, logrando infiltrarse entre ellos hasta que fue descubierto al final de la operación y vilmente asesinado. Luego, al capturar la red, se conoció que Papi defendió su vida valerosamente y con ello la causa revolucionaria. Este hecho ocurrió en un lugar conocido como la Jeringa en Bartolomé Masó.

Ya en 1975 se han aumentado las fuerzas auxiliares en más de 300 efectivos.

Principales transformaciones sociales en el período 1962-1975

En medio de la situación económica existente, la Revolución realizó grandes esfuerzos para lograr el desarrollo social del país, alcanzándose transformaciones medulares en este aspecto.

En el territorio de Yara en la salud pública ocurrieron importantes cambios que favorecieron los servicios médicos  a la población y a partir de 1962 se desarrollaron las campañas nacionales de vacunación contra diferentes enfermedades como la Poliomielitis, Difteria, Tosferina y Tuberculosis lo que permitió salvar la vida a cientos de personas, especialmente niños que años atrás estaban condenados a la muerte segura por falta de recursos  para pagar la atención médica.

Durante los años 60 a pesar de los esfuerzos  realizados para elevar los niveles de salud de la población la asistencia médica en el territorio no era suficiente, por la carencia del personal médico necesario. Algunos de ellos había abandonado el país y aún la Revolución no había podido formar a todos los profesionales y técnicos que se necesitaban.

Desde 1960 hasta 1975 la Revolución en el campo de la salud creó varias obras para satisfacer estos servicios, como por ejemplo, el hospital de Veguita, la ampliación de la Casa de Socorro en Yara, los puestos sanitarios en las comunidades de José Martí, Mateo Romás, Cayo Redondo, Los Cayos y un puesto médico de medicina escolar en la secundaria básica Carlos Manuel de Céspedes. Todas estas obras y muchas otras, como hogares maternos, aunque no resolvieron todos los problemas de salud, mejoraron notablemente la misma.

Fue importante también la creación de clínicas y módulos estomatológicos en varios lugares del territorio, como la clínica de Veguita en 1970, la de Sofía en 1973 y en Yara en 1974. También se establecieron módulos rotativos en las escuelas internas en el campo y algunas comunidades, por lo que la atención estomatológica pasa a ser preventiva, con estos avances se eliminan los practicantes empíricos y la población tuvo la posibilidad de recibir una atención especializada y gratuita  brindada por el estado dentro del propio territorio.

En el campo de la educación se obtuvieron durante estos años importantes logros. La campaña de alfabetización fue la tarea más grandiosa emprendida por la Revolución para eliminar de raíz el analfabetismo. Con ella se crearon las condiciones para continuar avanzando en este campo. Miles de estos jóvenes que participaron en la campaña se convirtieron en maestros que partiendo de la experiencia adquirida durante un año, continuaron en esta honrosa tarea.

Se comenzaron a crear escuelas en distintas partes del territorio, fundamentalmente primarias, que le daban la posibilidad a todos los niños y jóvenes de educarse e instruirse de forma gratuita. Ya en el año 1964 existen 10 121 alumnos matriculados en la enseñanza primaria y sólo existe una secundaria básica ubicada en Veguita que se nutría de alumnos de dicho poblado, de Yara y de las zonas aledañas. Paralela a la educación primaria creció la educación de adultos, alcanzando la cifra durante este mismo año de 2 377 alumnos.

Durante la década del 60 cientos de jóvenes del territorio se incorporaron a estudiar en los planes nacionales de becas, como la Escuela Vocacional para maestros de Minas de Frío, Escuela Nacional de Corte y Costura Ana Betancourt, las escuelas técnicas, el Instituto de Superación Educacional (ISE) y muchos centros que permitieron elevar el nivel cultural y técnico de niños  y jóvenes.

A partir de curso 1972-1973 se abrió un amplio plan de escuelas en el campo que tenían como fundamento los postulados martianos de estudio-trabajo. Las tres primeras escuelas que iniciaron en esa época fueron Carlos Manuel de Céspedes, dirigida por José Antonio Ballester, la José Joaquín Palma, por Juvencio Guerrero y la Batalla de Mal tiempo, por Guillermo Almenares. Todas estas escuelas estaban diseñadas para una matrícula de 500 alumnos, los cuales serían la fuerza de trabajo fundamental del Plan Viandero de Veguita. Durante estos primeros cursos la selección de estudiantes para este tipo de escuela era muy rigurosa, atendiendo a los resultados académicos y a su conducta personal y social.

La emulación estudiantil se hizo sentir durante estos primeros años, resultando ganadora del II Lugar Nacional la escuela Batalla de Mal Tiempo durante el curso 1973-1974, recibiendo como estímulo la oportunidad de participar en el desfile del 1ro de mayo todos los alumnos y trabajadores del centro. Paralelo al surgimiento del plan de escuelas en el campo en  Veguita, que recogía matrícula de toda la provincia de Oriente, se creó el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, cuya sede inicial fue la escuela de nueva creación Abel Santa María . Este surge ente la enorme explosión de matrícula en el nivel secundario y el gran déficit de profesores para atenderla.

Por iniciativa del Comandante den Jefe Fidel Castro, se creó el destacamento, que estaría integrado por un numerosos grupo de alumnos del 10mo grado con vocación para el ejercicio de la carrera profesoral y que comenzarían a realizar simultáneamente sus actividades como profesores y alumnos de la Filial Pedagógica.

Este plan educacional por el gran peso de matrícula tenía una gran incidencia en los índices de promoción y retención escolar de la provincia de Oriente. Ya a finales de 1975 se habían creado 12 escuelas del nivel medio en el campo, con una matrícula aproximada de 6 mil alumnos y cerca de 480 profesores, incluyendo a los alumnos del Destacamento Pedagógico.

Otra obra importante de la Revolución en el territorio fue la terminación de algunos poblados rurales como Mateo Romás, José Martí, Cayo Redondo, Paquito Rosales, La Sal, Veguita, Yara, Bartolomé Masó,  para un estimado de 1500 casas con un confort decoroso.

Durante esta etapa se produce un mejoramiento del transporte del servicio público, al aumentar el parque de ómnibus y autos de alquiler. Se abrieron nuevas rutas de pasajeros y se asfaltaron varios kilómetros de carretera que mejoraron las condiciones de vida de muchos pobladores del territorio y facilitaron su acceso a las zonas urbanas para recibir algunos servicios fundamentales como la atención médica.

Se crearon en el territorio nuevas obras para el bienestar social como fueron: estudio fotográfico en Veguita, la construcción y ampliación de la panadería, la electrificación de varias zonas, la automatización de la Empresa de Correos y Telégrafos, la construcción de nuevos estadios, nuevos centros gastronómicos, cines, peluquerías, etc.

Referencias bibliográficas

1
.-Castro Ruz, Fidel. Discurso en la presentación del Comité Central del PCC, 5 de octubre de 1965. Material de estudio Escuelas Municipales del PCC, 1993. Tema 2, p. 28.
2.-Castro Ruz, Fidel. Valentía y Fraternidad. Centro de Estudio de Historia Militar. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1983, pp. 116 y 117.



Publicado: lunes 24 de mayo del 2021.
Última modificación: miércoles 26 de mayo del 2021.