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Yara en el marco de la crisis republicana y el enfrentamiento a la reacción, 1925 a 1935

Autor(es):
Blanca Rosa Futiel O’Farrill.
José Pedro Salgado Hernández.
Osvaldo Parra Serrano.
Una dictadura y una revolución que dan paso a una constitución.

Cuando finalizaba el primer cuarto de siglo en el país, asume el poder el dictador Gerardo Machado, quien poniendo en práctica una política antipopular logró el apoyo del imperialismo norteamericano de forma incondicional.

Las masas populares, la intelectualidad y el campesinado, inician sus actividades revolucionarias constituyendo una oposición, un enfrentamiento al machadato a lo largo y ancho de toda la isla. A  mediados de la década del 20 se fundan células comunistas en Manzanillo, Media luna y Yara Arriba. En esta última su líder indiscutible, Miguel Ángel Figueredo Escalona, joven humilde dedicado a los menesteres del tabaco, establece relaciones y vínculos muy estrechos con los comunistas de Manzanillo, muchos de los torcedores que trabajaban junto a él proceden de allí, estableciendo contactos con Blas Roca Calderío. Miguel Angel Figueredo tuvo el privilegio de ser miembro y secretario del Comité Distrital de Manzanillo, donde más tarde entre marzo y abril de 1936 se orientó por el VI pleno del partido, aprovechando cualquier posibilidad legal producto a la situación existente, como la formación de partidos locales, que permitió la fundación del Partido Agrupación Municipal Independiente (A.M.I) quien en las elecciones llevaría como candidatos a Mercedes Estrada y Pedro Zambrano, ambos de afiliación comunista. Al valorar la actividad realizada por este partido Miguel Angel Figueredo señaló: "[...] el partido asumió como tarea principal hacer comprender que A.M.I era una organización popular y que tenía que vivir entre el pueblo y para el pueblo".(1)

La zona de Yara Arriba por sus actividades comunistas fue denominada la Checa o Moscú chiquito. Los fundadores de estas actividades y de la primera célula fueron Romárico Castillo, los Figueredo y Miguel José González los que lograron incorporar a muchos campesinos en sus actividades, pues a partir de 1929 dentro de las funciones del partido estuvo la creación de una asociación campesina. Entre los militantes de aquella célula se encontraban: Miguel Ángel Figueredo, José Antonio Figueredo, Rosa Figueredo Escalona, Leandro Figueredo Piñeiro, Romárico Castillo Maestre, Julio Piñeiro Quintana, Luis Piñeiro Quintana, Celecio Ladrón de Guevara, Raúl López Lorente, Luis López Lorente, Elifio Figueredo, Nemesio Vitres, Baldomero Rodríguez, David Piñeiro Rodríguez, Rafael Piñeiro, Santiago Figueredo y Andrea Rodríguez Piñeiro entre otros..

La Asociación Campesina de Yara Arriba se fundó en 1929 y jugaría un papel importante en las aspiraciones de este sector, destacándose no solo ella; sino, la del Jíbaro en Campechuela y la denominada Guajiros de Pilón que se proyectaron por:

  • -.Luchar por el desarrollo de la cultura campesina.

  • -.Garantizar una lucha sostenida por el arreglo de los caminos vecinales. 

  • -.Exigir y luchar por la entrega de semillas y la diversificación agrícola. 

  • -.La lucha por la unidad del campesinado para enfrentarse a los desalojos lo que constituyó el eslabón más fuerte de esta asociación. 

A mediados de la década del 30 en un boletín de la sección cubana del Socorro Rojo Internacional, se denuncia al político de la oposición burguesa, Mustelier que estaba de acuerdo con otros políticos como Ciro León y Manuel Ramírez León quienes aprovechaban la Guardia Rural para despojar a los campesinos de sus tierras en Cayo Espino y Yara Arriba. Ante las protestas enérgicas de los campesinos que hicieron demostraciones y mítines responden con una persecución feroz a Miguel Angel Figueredo y otros compañeros resultando uno prisionero que fue llevado a Manzanillo lo pelaron, le pegaron y lo pasearon por todas las calles con un letrero bien grandes en sus espaldas que decía "ABAJO EL COMUNISMO". Más adelante decía el boletín: "[...] la unión de estos políticos demuestra claramente ante los ojos de los obreros y campesinos lo que es la oposición burguesa latifundista, nacionalista y los líderes del A.B.C que se unen para atacar los intereses de las masas explotadas. Mustelier, es Menocal, Mendieta y todos los dirigentes de la oposición a Machado que únicamente luchan por el poder."(2)

Lo anterior demuestra que existía un campesinado organizado dirigido por una célula comunista, que tomaba decisiones desde «La Social»,  local donde se hacían las coordinaciones, recolectas, reuniones, ventas de bonos, discusión de documentos, entregas de propagandas y fiestas. El lugar se fue haciendo famoso y la rural empezó a sospechar por lo que las actividades más peligrosas comenzaron a realizarse en La Escondida, como su nombre lo indica era estratégico e idóneo, inspiraba confianza y seguridad a los revolucionarios. Allí estuvieron Blas Roca Calderío, Paquito Rosales Benítez, Manuel Navarro Luna, César Vilar, Flavio Bravo y Juan Marinello en ese período.
 

La asociación de Yara Arriba prestó ayuda a los campesinos amenazados con el desalojo en Canabacoa y Jibacoa donde hubo enfrentamientos directos con la Guardia rural, que tenía órdenes de detener vivos o muertos a los hermanos Miguel Angel y José Antonio Figueredo por ser los precursores de los enfrentamientos armados.

En «La Social» se desarrollaron cursos para las mujeres de los campesinos sobre corte y costura y cuestiones básicas del hogar, que permitieron un mayor nivel de la cultura campesina cumplimentándose en partes el programa de la asociación que lograría sus mayores éxitos en la década del 40.

La actividad del Partido comunista en el territorio.

En 1931 Blas Roca Calderío en una manifestación desarrollada en Manzanillo, hizo un llamado a los obreros para que se unieran y  organizaran para exigir y lograr los derechos que le correspondían. Para dar cumplimiento a esta orientación José Antonio Figueredo y Miguel Ángel Figueredo fundan una célula comunista para vertebrar y dirigir el movimiento obrero del central Estrada Palma, en ese mismo año en el lugar conocido por Manacal, la misma quedó integrada de la siguiente forma: José Valdespino Pérez (Pepe) Presidente, Manuel Rodríguez, Eulogio Rodríguez, Andrés Valdespino Palma, Juan de Dios Valdespino, Minervino Vázquez, Ernesto Seguí, Raimundo Valdespino Enamorado, Rafael Valdespino Enamorado.

La labor de fundar nuevas células no se detuvo y en el año 1932 surge una nueva en Canabacoa, la que desempeñaría un papel importantísimo al apoyar las luchas del campesinado contra los desalojos de los colonos poderosos que intentaban con el desarrollo azucarero apoderarse de nuevas tierras que le permitirían ampliar sus colonias. El mérito más extraordinario de esta célula radicó en la solidaridad que manifestó en septiembre de 1933 con el Soviet de Mabay, donde hizo llegar productos alimenticios como viandas y leche para que los huelguistas resistieran el enfrentamiento contra la patronal. En la organización de esta célula participaron los mismos que habían fundados la de Manacal en 1931.

La Guardia Rural perseguía estas acciones y todo autor o sospechoso era reprimido cruelmente y un ejemplo lo constituye la detención de Elifio Figueredo, el que fue llevado por todas las calles de Yara recibiendo plan de machete, le pintaron la cabeza y le colocaron un letrero en al espalda que decía "ABAJO EL COMUNISMO" acción similar a la que había ocurrido a un compañero suyo en Manzanillo. Estas medidas llenas de arbitrariedades no detuvieron a los comunistas y en Veguita se desarrolló una huelga para apoyar al Soviet de Mabay en 1933 que junto a las manifestaciones de los obreros de Manzanillo, Santiago y Bayamo constituyeron ejemplos candentes de la solidaridad de los pueblos con la lucha de los humildes.

La célula madre, se encontraba en Yara Arriba y sus acciones e ideas pasaron las fronteras del país. En 1936 al iniciarse la Guerra Civil Española, se agudizaron los enfrentamientos al intervenir las fuerzas italo-alemanas. Las lecturas, las propagandas les hicieron conocer el grado de injusticia y se solidarizaron con la justa lucha de este pueblo y las Brigadas Internacionales. La solidaridad se manifestó con el acopio  de dinero envíos de tabacos y otros recursos. Al terminar la guerra en 1939 se recibió con grandes honores el luchador internacionalista Jaime Boffil en Yara Arriba, donde se realizó un acto de apoyo al pueblo español y de repudio a la amenaza fascista.

Las células comenzaron a fundarse en las zonas campesinas que tenían condiciones y en los centros que disponían de un número alto de trabajadores, por ello también surgió una célula en el central Sofía en al año 1931. La pobreza de estos barrios, hacía difícil la organización de los comunistas al carecer de fábricas o centros que dieran empleos a los obreros. Esto no quitó para que existieran militantes honestos en el pequeño pueblo desempeñaran un papel decidido como el Galleguito Trigá, Santiago Figueredo y Alfredo Roca, quienes distribuían propagandas y el periódico Hoy.

Las luchas más sobresalientes se desarrollaron en Sofía, en los inicios de la década del 30 para evitar que las cañas fueran llevadas para el central Estrada Palma, que molía las cañas de Sofía al paralizar su molida desde 1929 hasta la zafra de 1936 en que aparece como dueño de esta fábrica Teobaldo Rosell Silveira representante de la compañía S.A Estrada Palma Sugar Company.

En estos años que comprenden la década del 30, pudo existir un gran auge de la lucha revolucionaria en Yara, pues se fundaron varias células comunistas y hubo influencia directa en el territorio de Blas Roca Calderío y el Comité Distrital de Manzanillo. Pero la carencia de una clase obrera impidió que se desarrollaran acciones importantes dada la pobreza y abandono de este barrio, destacando que si existía un número considerable de pequeños comercios, que sus dueños llegaron a tener cierto poder económico, pero los que trabajaban fueron incapaces de oponerse a sus patronos, pues para trabajar de dependiente era un requisito fundamental ser familia o bien recomendado por lo que aceptaban generalmente el régimen duro de trabajo y los mismos salarios sin ningún tipo de oposición.

Lo anterior demuestra el porqué de las acciones significativas en las zonas rurales encabezadas por el campesinado y los comunistas en La Sal, Yara Arriba, Guatíbere, Manacal y Canabacoa, señalando que también se realizaron acciones fuertes en los centrales Estrada Palma y Sofía debido a la repercusión negativa que había traído para los obreros y colonos la política de restricción azucarera dada a conocer el 15 de noviembre de 1930 y que se aplicaría a aquellos ingenios que molieron por encima de 100 000 sacos de azúcar, aplicándose al Estrada Palma que molió en la zafra de 1929-1930 un total de 159 751 sacos de azúcar y a Sofía se le mantuvo su cuota pues aunque no molió en esa fecha sus cañas fueron recibidas por el Estrada Palma. Esta medida enardeció a los colonos que sólo pudieron cortar el 20% de las cañas que serían molidas. Los trabajadores agrícolas también se vieron afectados seriamente, pues los cortes mermaron al igual que los días de zafra, aumentando el tiempo muerto, la restricción limitaba la producción de azúcar, esta medida absurda sólo fue aplicada a Cuba. La misma agudizó las contradicciones de clases, constituyendo un factor determinante para la caída del dictador Gerardo Machado, quien había dominado al pueblo sobre bases crueles, sin piedad, respondiendo a los intereses norteamericanos. Esta parte del país respondió como se esperaba y hubo manifestaciones, aunque las grandes se produjeron en septiembre teniendo su máximo exponente en el Soviet de Mabay donde participaron muchos yarenses que laboraban allí en esos momentos.

Referencias bibliográficas

1.-
Figueredo Escalona, Miguel Ángel. "Carta". Instituto de Historia del Movimiento Obrero y  la Revolución Socialista, La Habana.
2.-Museo de Luchas Obreras de Manzanillo, Defensa Obrera Internacional, "Sección Cubana del Socorro Rojo Internacional."



Publicado: miércoles 19 de mayo del 2021.
Última modificación: miércoles 19 de mayo del 2021.